viernes, 1 de agosto de 2008

Bendita sea la tristeza

Qué esperamos los que lo hacemos?
A quién le pregunto eso?
Todo indica que nada indica
Que lo que he imaginado por años es sólo un reflejo de una novela cruel que no había leído nunca.
La esperanza se agota, igual que mi insomnio, igual que mis deseos profundos de que pueda llegar a abrazarme como lo hace con ella,
Ahora de quién me prendo? Si su mano ya está tomada, tiene lías, como la canción.
Yo qué puedo ofrecer?, más no puedo y no creo que deba.
Es tan extraño cómo no vemos estas cosas con los ojos, es tan extraño que cuando escuchas las cosas más importantes de la vida no lo haces con los oídos sino con otro instrumento más débil y no por ello mal utilizado, o si?
Será que no utilizo bien mi corazón? Sólo lo exprimo y nadie bebe lo que sale de él, o si? Y si alguien lo bebe, por qué no lo puedo ver?
SOÑÉ CON LAS LUCIÉRNAGAS..